miércoles, 4 de noviembre de 2020

Sin nombre.

Imagen tomada de Internet.




No sé su nombre, nunca lo supe ni quise saberlo, ¿para qué? Es más fácil olvidar un rostro sin nombre, sus facciones se desvanecen hasta perderse con el tiempo pero, un nombre... imposible olvidarle, cada una de sus letras se entreteje con las neuronas del cerebro.
Fue mejor no conocer su nombre, mañana sin dolor ni remordimiento alguno le habré olvidado, será como si jamás se hubiera cruzado en mi camino. 4/11/2020



María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
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