De ti sólo quedo...

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De ti sólo quedaron las letras que, traviesas e indiscretas bailan y giran en eterna espiral sobre las hojas que un día fueron blancas en mi viejo cuaderno.

De ti sólo quedo el recuerdo que, indiscreto estruja y martiriza en constante ir y venir por mi pensamiento que no cesa de pensarte en las oscuras noches de mi soledad.

De ti sólo quedó tu nombre que, insolente se repite limitando mi lenguaje; tu nombre que con tan sólo cuatro letras me dio el más grande abecedario.

De ti sólo quedaron los mejores sueños que, todavía me dan vida y mantienen latente esa pasión que hace mi corazón latir.

©María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez

Querétaro, Marzo del 2018 

Despedidas.

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¿Es que acaso existe alguien en este mundo al que le gusten las despedidas?
Decir adiós es verse forzado a cerrar una puerta que muchas veces no se quiere cerrar; despedirse, con frecuencia no es sólo cerrar un capítulo sino todo un libro para volver a empezar en blanco y desde cero.
En una despedida siempre hay dos partes, la que quiere alejarse, y la que pide suplicante “no te vayas”… Y es que hay despedidas que duelen y otras que alivian, que liberan y abren oportunidades.
El adiós es egoísta y despiadado, es romper el corazón de alguien sin la menos consideración, sin contemplación y sin ningún arrepentimiento. Quien dice adiós abre las alas mientras condena al otro a la jaula de la soledad sin remordimiento alguno.
Sé lo que son las despedidas, he dicho adiós muchas veces, y muchas otras me dijeron adiós con la misma tranquilidad con la que yo antes los dije.©

María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez
Querétaro, Marzo del 2018

Mucho tengo que ofrecer...Gif tomado de la web

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Mucho tengo que ofrecerte…

Tengo un otoño y cincuenta primaveras…

-Pronto tendré un invierno.-

Guardo veranos candentes

llenos de eróticas fantasías;

veranos que entre caricias y besos

se volvieron eternas primaveras

que la memoria celosa

resguarda y amontona.

Tengo en mi haber, cálidos días

y alguno que otro día muy frío;

Poseo noches oscuras, sin luna

Y muchos cielos estrellados.

Sí, que tengo mucho que ofrecerte…

Todavía tengo reservadas

Brillantes miradas en los ojos,

caricias de pétalo en las manos

y miel en los labios.

Tengo mucho que ofrecerte…

Tengo mil historias que contar

y un corazón que sabe amar,

Tú dices si te quedas conmigo. ©

María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez

Querétaro, Marzo del 2018 

Oración.

Déjame olvidar que un día,

aunque fuera solo por un instante, él fue mío.

Borra de mi alma la huella profunda que en ella dejó.

Permíteme negar su existencia, permíteme olvidar sus ojos,

sus labios y hasta su nombre.

Déjame hacer de cuenta que nunca lo amé.

¡Por favor!... Mata el amor que hay en mí, o quítame la vida,

porque ya no aguanto más vivir sin él. ©

Querétaro, Marzo del 2018 

Se niega el alma.

Se niega el alma a envejecer;

 lleva consigo eternamente la nítida candidez de la niñez

aunque en el rostro asomen las marcas dejadas por la vida

y el pensamiento se haya oscurecido con  la negra maldad de la experiencia. ©

Querétaro, Marzo del 2018 

Seré.

Seré el recuerdo que con desesperación busques en lo profundo de tu memoria 

porque soy la remembranza de tiempos de amor y entrega, de armonía y felicidad.

Seré la imagen que acaricies en las noches negras que llenan tu soledad

pues no podrás jamás olvidar los días en que de amor por ti moría.

Seré tu añoranza preferida aunque lo niegues y de ella una y mil veces reniegues

porque soy esa luz que tu vida ilumina y hasta en la oscuridad brilla y reluce.

Seré aquel beso inolvidable dado de mañana, que siempre tus labios endulce

Pues bien sé que en el fondo, aunque no lo digas aún me quieres.©

Querétaro, marzo/2018

Tranquila.

Mi príncipe.

Pasado de moda.

Tinta negra.