Camino abajo, allá donde se oculta el sol y empiezan la tinieblas, se encuentra la casa en la que escondo mis más bajos y básicos instintos; no son nada diferentes a los del resto de los habitantes del planeta, sin embargo procuro mantenerlos fuera mi luz, exiliados en la oscuridad oculta que es a donde pertenecen, son parte de mí, no puedo negarlos pero si ocultarlos... ¿Acaso no es eso lo que hacen todos?
Allá, camino abajo entre aquellas paredes ocultas en el límite de la maleza y el verde de la primavera oculto mi maldad, mi locura y mi podredumbre por temor a herir a mis grandes amores, pero no puedo negar que conviven a veces con mi bondad. 12/4/2019
María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
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