miércoles, 23 de julio de 2014

Preparando mudanza.



Estoy preparando mudanza, el destino tiene otro rumbo para mi, una ciudad diferente con personas distintas, el futuro es incierto en este momento, y aunque tengo fe de que algo bueno tiene que venir, no puedo evitar la tristeza que me causa tener que dejar este lugar en el que hay tantos recuerdos.

Un cambio siempre es bueno pero, ¡esto es demasiado! estoy en medio de una mutación extrema que no me permite pensar y coloca mi sensibilidad al máximo, sin motivo alguno puedo encontrarme riendo a carcajadas o llorando desconsolada como una niña pequeña que ha perdido su muñeca; mis sentimientos están totalmente fuera de control.

Las habitaciones van quedando vacías llevo días desmontando el nido que creamos Paco y yo ¡Dios, no creí que fuera tan difícil! cada mueble, cada cuadro y cada objeto remueve los recuerdos, todo tiene detrás una historia oculta, un momento mágico vivido con ilusión y amor.

Mientras muevo las cosas van apareciendo las cartas, notas y mensajes que un día escribimos con palabras llenas de amor el uno para el otro y que en su momento nos hicieron sonreír. Este sitio está lleno de años de nuestro amor, de nuestras fantasías, nuestras ilusiones y nuestras locuras.

Me está dando trabajo aceptar que tengo que marcharme, me cuesta aceptar que él ya no está aquí y lo mejor es alejarme.

martes, 22 de julio de 2014

Mi tiempo en Pachuca terminó


Mi tiempo en Pachuca está llegando a su fin, llegué a esta ciudad con una sola misión: amarte y hacerte feliz los últimos años de tu existir. Lo cumplí amor, te amé hasta la locura y por sobre todas las cosas, sé que conmigo encontraste la felicidad y la plenitud, curé tu soledad y tus heridas... te hice dichoso, pero mi compromiso terminó el día que te marchaste, no tengo nada más que hacer aquí.
Me marcho. Me llevo conmigo los años de amor y pasión que viví contigo, me cargo en la mudanza tu recuerdo, de hecho tú te vas conmigo, estarás a mi lado el resto del camino que me queda por andar y cuando Dios considere poner punto final a mi historia, estoy segura que ahí estarás esperando por mí para continuar con esta hermosa historia de amor hasta la eternidad.

sábado, 12 de julio de 2014

Algo bueno tiene que venir



Aquí estoy nuevamente parada en medio de la nada sin saber qué rumbo tomará mi vida, una vez más rodeada de incertidumbre y muriendo de miedo, cubierta de tristeza y lagrimas ¿qué va a ser de mi? ¿acaso sería mejor que la vida terminara ahora mismo?

Dentro de todo lo malo que me deja este fin de ciclo, debo sentirme agradecida, tengo el apoyo de mis hijos y aún cuando ellos no llenan el vacio que Paco me dejó, me hacen sentir protegida y amada. Es curioso cómo ahora soy yo quien necesita de sus cuidados y su protección cuando se supone que yo debería velar por ellos siempre, sin embargo, en este momento soy la persona más inestable sobre la faz de la tierra.

Tengo que dejar el pasado atrás, ocuparme solo del presente y dejar de pensar en el futuro incierto, debo tener confianza en que el universo ira acomodando las cosas para mí. Por ahora sólo debo ocuparme en sanar las heridas, en juntar los segmentos de mi corazón y hacerlo uno solo.

Dicen que todo pasa y estoy segura también esta vez así será, al final mi amor por él y su recuerdo quedarán guardados en mi alma, endulzando mi vida de una manera muy especial.

Sigo viva y debo seguir el camino que me ha marcado el destino, tengo que aprender a aceptar y disfrutar todo lo que Dios tiene planeado para mi... ¡algo bueno tiene que venir!

jueves, 3 de julio de 2014

Del cielo al infierno.



Se estaba cocinando una etapa fabulosa para mí, un ciclo cargado de experiencias fabulosas y de mucho amor.

En el 2001 conocí a un hombre por internet que sigilosamente se fue metiendo en mi mente y mi mundo hasta alojarse en mi corazón, cuando me di cuenta ya era parte de mi vida, a pesar de mis negativas y mis miedos el no ceso hasta conseguir su objetivo, tenerme en su casa, su cama y su vida; no paró hasta tenerme aferrada en su amor.

El único de mis hijos que desde el primer momento me estuvo de acuerdo con mi decisión de tomar esta nueva oportunidad que se me estaba brindando para rehacer mi vida y me apoyó en todo momento fue Coco; Israel aunque no dijo nada, era evidente que no estaba de acuerdo al igual que Jorge y Tony. Para nuestros hijos no somos mujeres que pensamos y sentimos, para ellos solo somos "mamás" y ellos creo que habrían preferido que me quedara arrumbada y sola en un rincón de mi casa esperando que les sobrara un momento para visitarme, lo que yo sintiera, pensara o deseara no importaba. Aún así me arriesgué a vivir esa aventura, tome mis maletas y me fui.

Un tiempo después en cuanto estuve segura de que estar con ese hombre era lo que quería, fui a Mérida y traje a Tony conmigo, su padre había quedado de mandar dinero para que él estudiara, cosa que nunca hizo, no mando un solo centavo en el tiempo que estuvo conmigo; Tony estaba enojado, no sé si porque su padre no cumplió con enviarle dinero o por el hecho de que yo viviera con Paco, lo cierto es que de una u otra forma hizo notar su inconformidad haciendo mil tonterías hasta que un día se regresó a Mérida donde estaba su padre, pero ni estando allá se ocupó Javier de él, en su lugar Coco fue quien se hizo cargo.

Mi tiempo con Paco no fue tan largo como hubiera querido, solo duró doce años, pero ese tiempo basto para conocer una forma muy diferente de vivir en pareja a la que había conocido con Javier.

De la misma manera en que llegó una nueva etapa se acabó, nuevamente estoy sola, no sé que esperar ahora.

Hoy comprendo que el destino no se cansa de jugar conmigo a su antojo, de pronto me impulsa tan alto que me lleva a tocar el cielo y de pronto me lanza con tal fuerza que me hace llegar al mismo infierno.

¿Hasta cuándo se va a cansar de jugar conmigo?

martes, 1 de julio de 2014

Encontrando la libertad.



Las cosas de a poco se fueron acomodando y mis pies volvieron a tocar el piso a pesar del dolor causado por mis pérdidas; dicen por ahí que cuando más oscura esta la noche es porque ya va a amanecer y aunque en mi vida el sol nunca volvió a alumbrar igual, la luz fue volviendo paulatinamente acabando con las tinieblas hasta que pude ver nuevamente colores a mi alrededor.

La tristeza de perder a mi niña hasta el día de hoy no ha pasado, con el tiempo me he resignado pero sigo preguntándole a Dios por qué me la quitó. En cuanto a el final de mi relación de más de veinte años con Javier, terminé dando gracias a Dios por haberme quitado las vendas que cubrían mis ojos para así poder ver que lo que había entre nosotros no era una relación sana, aún así no puedo negar que gracias a él tuve cinco hijos maravillosos y en todos esos años también existieron momentos lindos y felices.

Empecé a disfrutar de mi soledad, aprendí a estar conmigo y esto me permitió darme cuenta que no necesitaba a nadie para ser feliz, la felicidad estaba en mí; perdí los miedos que me acosaban... Por fin era libre de pensar, de sentir, de hacer y esto me gustó; por fin había tomado las riendas de mi vida y mi persona.

Cada día me convenzo más de que el destino de cada persona está escrito desde que nace hasta que muere, esto lo creo porque hoy que analizo mi vida noto que cada suceso va de la mano en una secuencia perfecta, las vivencias que tenemos van apareciendo en el momento justo, no puede cambiarse el orden, de lo contrario muchas cosas simplemente no ocurrirían.

En aquel momento no lo sabía pero lo que seguía en mi camino era algo muy lindo y especial; el destino me tenía una nueva tarea que me brindaría un nuevo comienzo lleno de felicidad y con un final cargado de lagrimas.