jueves, 12 de noviembre de 2020

La cara en alto.

 

Se puede ir por calles que llevan a ningún lado y entrar a laberintos de amor sin salida en los que se pierde el alma hasta morir de aburrimiento y hastío.
Se pueden conocer hombres sin destino que sólo van de paso queriendo corromper cuanta piel encuentran a su paso.
Se puede tropezar una y mil veces en la avanzada, rasparse las rodillas y hasta el corazón si es muy fuerte la caída.
Se pueden cometer los errores más atroces en nuestro paso por el mundo; lo que no se puede, ni se debe permitir, es perder la vida sin vivirla con la cara en alto y con una sonrisa. 18/4/2019


María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.

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