martes, 29 de marzo de 2016

Tres pensamientos tontos.


Yo ofreciéndote un diamante y tu prefiriendo un trozo de tezontle.

Se busca el clavo que saque al otro clavo.

En el amor como en la religión, el ser humano comete las peores barbaridades, y las seguirá cometiendo por los siglos de los siglos.

Si no quieres...



Si no quieres mi vida...
No quiero ser la refacción que espera en un cajón el momento de ser necesitada.

Si no quieres mi compañía...
Me rehúso a ser el As que guardas bajo la manga para cuando necesites ganarle a la soledad.

Si no quieres mis sentimientos...
No quiero estrellarme, una y otra vez con la coraza que cubre tu corazón.

Si no quieres un futuro conmigo...
No quiero perder  el tiempo esperando ilusionada, algo que no llegará.

Si no vas a amarme...
Me niego a ser el recipiente en el que depositas los fluidos que otra mujer desprecia.

Su no quieres mi grandeza...
Quédate con tu miseria y no me jodas la vida.

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sábado, 26 de marzo de 2016

Tú no me dejes.



Bebe despacio y sorbo a sorbo, la vida roja que tiene tu copa ¿Sientes cómo al entrar en el cuerpo y calienta el alma? Bebe, deja que te llene, el corazón de esperanza y el cuerpo de ganas de luchar y seguir vivo.
No negocies con la muerte, -no lo necesitas- no te dejes chantajear por ella, miente al decir que los rayos del sol ya no son para ti, engaña al decir, que la vida ya no tiene nada que ofrecerte... ¡Por favor no la escuches!
Estoy aquí, quédate conmigo, ¡aún no te vayas! por favor no me dejes... ¡Tú no! te lo ruego.

Ya casi.


No he podido curarme del todo de esta enfermedad llamada "Tú" aunque debo confesarte que ya casi lo consigo.
Ya casi no sufro de fiebre nocturna causada por el calor que dejó tu piel en la mía.
Ya casi he conseguido drogar al insomnio que me aqueja al recordarte.
Ya casi logré anestesiar al dolor en el alma provocado por tu olvido.
Ya casi te saco de mi vida, sólo falta extirpar el "ya casi" y ese no creo que pueda eliminarlo nunca.

jueves, 24 de marzo de 2016

Hablando de pobreza...



Y hablando de gente que tiene mentalidad de pobre... Le diré que usted encabeza la lista, porque usted, lo que tiene es mentalidad de indigente. Ha sido miserable y escaso conmigo, conmigo que he sido en extremo generosa con usted.
Le llené de detalles para demostrarle cuán importante para mí era, le cubrí de besos, le entregué un amor de esos grandes, de esos que no caben en el pecho, y usted... usted sólo me dio indiferencia.
Y hablando de pobreza amigo mío, deje que le diga, que la pobreza no está en el ahorro ni en la falta de dinero, la pobreza se lleva en la mente y en las actitudes. La pobreza señor, la tiene usted en el corazón.

Miel y café.


En tus labios encontré la dulzura de la miel y en tus acciones sólo hallé el amargo del café.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Regresé a lo mío.


Se me olvido soñar y me perdí en la realidad de un mundo frío.
Perdí en algún lugar la bendita capacidad de tejer fantasías, y terminé volviéndome dura e indiferente.
Ha llegado el momento de regresar a mis sueños, de volver a ser la niña dulce que se crea a base de pensamientos e ilusiones. Llegó el momento de inventarme nuevos cuentos...
Y así, volví a mis pensamientos, mis sueño y mis letras, que son las únicas cosas que realmente son mías.

lunes, 14 de marzo de 2016

Valiente.



Fui audaz al mirar sus ojos, y me lancé al amor sin paracaídas, a sabiendas de que su mirada prometía un paraíso inalcanzable. Y aún así, me atreví a vivir la gloria de alcanzar el horizonte al menos por un segundo.

Me vi valiente al entregarme a este sentimiento. Mi atrevimiento no tuvo limite al decir te amo, a un corazón maltratado y ocupado, endurecido y negado al amor, pero... aún así lo amé. ¡Sí que lo amé! Aunque nunca encontré respuesta en sus latidos, al llamado de mi amor.


Fui osada al entregar el alma, y debo decir que lo hice sin dudas ni miedos, pero en este momento, y dadas las circunstancias, me estoy volviendo cobarde, quiero alejarme porque ya no encuentro razones para quedarme, de hecho... Ya no sé cómo ni para que quedarme.  

Acompañando a la luna.



Toda la noche acompañé a la luna en su desvelo. Jamás en mis noches de insomnio, me había percatado que ella me acompañaba en mis largas horas de desesperación y angustia. Esta noche algo pasó, por primera vez, de manera consciente me percaté de su compañía, y casi sin darme cuenta me encontré platicando con ella, tuvimos tiempo de sobra para contarnos nuestras cosas, hablamos de soledades, de frustraciones, de alegrías y tristezas, en fin que en una noche nos contamos la vida entera.
Le dije de mi extraña rebeldía ante mis pérdidas, le dije como mi descontento lo convertí en risas, porque no solo se  ríe de alegría, en mi caso reí a carcajadas con el alma en pedazos, aunque la gente no lo comprendiera. Y por las noches, cuando es que la soledad más aprieta, en medio del silencio que ensordece, también lloré hasta mojar mi almohada, también maldije y grite en silencio. Ella sabe mejor que yo, lo que es estar sola.
Le conté de mis alegrías, esas que me han llenado el alma, y le dije de las lagrimas, que no por ser saladas, dejan de endulzar la vida cuando la dicha es tanta; le hice ver que mil carcajadas a veces no son suficientes para sacar la euforia que empalaga la existencia.
Se nos fueron pasando las horas, mientras le hablaba de ti y de mí, de este amor quimérico que no cabe en un solo corazón por ser tan grande, y que sea quizá su misma grandeza lo que lo hace imposible. Ella no dijo nada, escuchó en silencio mis palabras llenas de pasión mientras miraba mi rostro. ¿Qué le puedo contar de amores imposibles a la luna? A ella que lleva una eternidad amando al sol, a ella que se ha conformado apenas con la luz que él a distancia la ilumina.
Y se nos fue la noche entera hablando, riendo y llorando, apenas me dio tiempo de despedirme y agradecerle su compañía, pero no sin antes prometer que ésta no sería la única noche que nos curaríamos la soledad. Fue así que me sorprendió el sol sentada en la cama y con los sentimientos a flor de piel.