sábado, 13 de marzo de 2021

Una historia real. Parte II


 

Amor mío, el momento del adiós ha llegado, vivimos momentos muy hermosos y nos amamos con un amor grande y fuerte pero debes partir por completo y yo, debo seguir mi camino sin ti aunque con tu recuerdo guardado en el fondo de mi alma, quiero recordarte bonito y no como un lastre que me impida caminar y volver a empezar. Te agradezco con todo mi ser que hayas sido parte de mi historia... Adiós.

Dicho esto beso la fotografía y la guardó con la firme intención de no volver a verla, era la forma que ella tenía de despedirse, era la forma en que lo entendía, sopló la vela encendida y salió de la habitación creyendo que ese ritual tan sencillo sería lo único que necesitaba para desprenderse de él y que pudiera descansar por fin en paz. Salió de su habitación y siguió con su día tratando de no recordar más.

A eso de las once de la mañana fue con la familia, la idea era pasar un domingo viendo películas con ellos, todo parecía normal hasta que de pronto ella empezó a sentir mucha ansiedad y desesperación, sentía que se ahogaba y que sus manos temblaban, sus pies la llevaron apresuradamente de regreso a casa; aquella sensación no pasaba, crecía a cada momento y su mente se empezó a llenar de pensamientos horribles y suicidas que le daban a entender que solo la muerte podía terminar con aquel estado indescriptible en el que se encontraba, en la cocina tomó un vaso con agua y ya en su dormitorio, abrió de prisa varios frascos de medicina para vaciar en su mano todas las pastillas, una vez tuvo un buen puñado de ellas, se sentó en la cama con la idea de tomarlas todas, las manos le temblaban y aún con el miedo a flor de piel estaba convencida de querer hacerlo, su alteración era tan grande que sólo pensaba en morir cuando su mano se acercaba a su boca, el teléfono celular que estaba cerca de ella sonó, ella lo miró, trato de no hacerle caso pero algo la hizo coger la llamada ¡Bendita llamada! - de no ser por ella la protagonista de esta historia no seguiría en éste mundo - La llamada se prolongó por más de dos horas, la persona del otro lado de la línea intuyó o sintió la desesperación en ella y trató aún en la distancia de calmarla y lo consiguió, poco a poco mientras hablaba se fue calmando hasta sentirse desahogada, fue entonces que se sintió avergonzada por lo que había intentando hacer e incrédula por la experiencia.

Aún hoy ella se pregunta si la despedida y lo sucedido tienen alguna relación entre sí, si las palabras escritas en aquel papel junto a sus nombres y aquel raro símbolo tenían la fuerza suficiente para conseguir un "juntos por siempre" frase cuyo significado va mucho más allá de la vida, significa hasta la eternidad.

 

Fin.

María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.

Derechos reservados de autor.


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