viernes, 9 de septiembre de 2016

El diablo quiere mi alma.


El diablo entró en mi jardín, se deslizó sigiloso por alguna grieta del muro que resguarda mi huerto, lo descubrí cuando plantaba esperanzas falsas en medio del solar; pronto el prado quedó plagado de hermosas flores cuya fragancia adormece la razón y llena de anhelos el corazón.

El diablo se ha metido en mi mente, escarba y revuelve en ella buscando los mejores recuerdos que tengo de ti,  intenta confundirme creando espejismos, proyectando como hechos futuros algunas escenas del pasado para hacerme recaer en el vicio de esperarte.

El diablo quiere mi alma, y ensaya mil triquiñuelas para hacerme perder la calma; él sabe, y sabe bien, que para acabar con mi tranquilidad debe hacer que me pierda nuevamente en la ilusión de tenerte, porque el talón de Aquiles de mi alma es el desafortunado amor que por ti siento.

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