sábado, 4 de diciembre de 2021

Aprendió a andar a oscuras.


 

Aprendió a andar a oscuras en un mundo en el que todo a su alrededor brilla con radiantes colores. Su luz se apagó entre vientos de tragedia y chubascos tristes, por eso está planeando su muerte como si ese momento fuera a llegar mañana. Un ahorro para el entierro y distancia intencional para que nadie le llore ni le extrañe cuando por fin se haya marchado.

No habrá herencia, lo material se fue quedando en el camino, y aunque poseyó tanto, hoy no tiene nada que legar a nadie, si acaso un montón de papeles con malas letras que nadie quiere.

Se acostumbró a andar a oscuras en tardes soleadas, noches frías y horas calladas porque la oscuridad no lastima los ojos, ni el silencio aturde ni el frío cala tanto como cuando se busca calor en los brazos muerto de la hipocresía, por eso llama a la muerte aunque aún no sea su hora, y sus ojos brillan cuando acaricia la idea de un descanso eterno.

Aprendió a andar muerta entre la vida egoísta de la multitud que le rodea y apretó los labios y cerro sus oídos y cubrió sus ojos con la venda de la oscuridad. Detuvo el reloj creyendo que al detener el tiempo también su vida terminaría. 4/12/2021

 

María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.

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Imagen tomada de la web.

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