domingo, 2 de mayo de 2021

Hora de comerse al lobo.


 

¡Malditas ganas de llorar!... La tormenta se me ha hecho un nudo en la garganta al darme cuenta que llegó el día que tanto temía, se me vinieron encima los años convirtiéndome en un estorbo y no sé qué hacer, si buscar una pistola o tumbarme en un sillón a esperar que la muerte llegue sola, después de todo y siendo honesto, me volví un desdichado que entorpece de la vida de otros la fluidez.

¡Malditas ganas de llorar!... En el mar de la vida hoy soy escollo y lastre para quien cerca de mí navega y no sé qué hacer, mi mente de obsoleto pensar no encuentra la salida, quizá hundirme en aguas profundas o flotar sobre ellas hasta que el sol por fin se apague, después de todo y siendo objetivo, me he convertido en la barca en la que nadie quiere viajar.

¡Malditas ganas de llorar!... Al carajo la experiencia, la vida y el amor que llegado el invierno de poco han servido. El ciclo se cierra y por ley natural el final cansa y entorpece la libertad de lo nuevo. Al diablo la experiencia, a nadie le sirve; al diablo la vida, por favor que ya se acabe y al diablo el amor los amantes hace años que murieron.

¡Malditas lágrimas! Grita la rebeldía, mejor levántate y sonríe que el festín aún no termina, hora es de comerte al lobo y matar dragones que se sienten invencibles sin saber que por dentro están apagados por más juventud que tengan y muy fieros y fuertes se sientan, ¡levántate! que no eres tú el estorbo ni el escollo, son ellos, esos que quieren velarte porque eres grande ante ellos.



María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos reservados de autor.
Imagen tomada de la web.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario