jueves, 6 de mayo de 2021

Abrí los ojos para ser feliz.


 



Un día desperté sintiendo un enorme hueco en el alma, no me había dado cuenta que la partida de cada uno de mis grandes amores me había arrancado un trocito de ella y entendí que he podido vivir sin ellos aún teniendo incompleta el alma.

Un día desperté del sueño para darme cuenta que pies aún tienen alas, puedo en libertad ir y venir por los caminos del mundo, me di cuenta que mis manos son varas mágicas que transforman todo lo que tocan a su gusto y antojo.

Un día desperté para darme cuenta que el amor no me acompaña, que lo llevo dentro porque yo soy la fuente en la que brota y que hace girar mi mundo y tu mundo cuando sin restricciones te amo.

Y un día abrí los ojos y pude entender que mi mente tiene vida propia, que es capaz de crear historias, y de pintar el cielo con tan solo imaginarlo. Entendí que mi cerebro es experto en borrar recuerdos, como el tuyo, si así lo deseo.

Y abrí los ojos para ser feliz, porque felicidad es estar viva con el alma entera o en pedazos, con los pies en la tierra o en el cielo, amando u odiando y olvidando o recordando. 6/5/2021


María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos reservados de autor.
Imagen tomada de la web.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario