lunes, 14 de marzo de 2016

Valiente.



Fui audaz al mirar sus ojos, y me lancé al amor sin paracaídas, a sabiendas de que su mirada prometía un paraíso inalcanzable. Y aún así, me atreví a vivir la gloria de alcanzar el horizonte al menos por un segundo.

Me vi valiente al entregarme a este sentimiento. Mi atrevimiento no tuvo limite al decir te amo, a un corazón maltratado y ocupado, endurecido y negado al amor, pero... aún así lo amé. ¡Sí que lo amé! Aunque nunca encontré respuesta en sus latidos, al llamado de mi amor.


Fui osada al entregar el alma, y debo decir que lo hice sin dudas ni miedos, pero en este momento, y dadas las circunstancias, me estoy volviendo cobarde, quiero alejarme porque ya no encuentro razones para quedarme, de hecho... Ya no sé cómo ni para que quedarme.  

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