Se me quedaron tantas palabras atoradas en el alma.
No pude hablarle del dolor que me causo su indiferencia y
su olvido.
No logré contarle de mis noches de insomnio, y de la rabia
causada por su burla.
No conseguí decirle de las lagrimas que nublaban mis ojos al
comprender que sólo era un juego.
No supe explicarle cuanto sufrimiento me causaban sus
excusas.
No tuve el valor decirle que su amor ha sido la más cruda
soledad que he podido vivir.
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