Él se levanto y sin pensarlo se acerco a Don Guillermo
para saludarlo efusivamente pero con gran respeto con un apretón de mano, tomaron
asiento Pat estaba oculta tras la puerta de la biblioteca para no perder
detalle alguno de lo que ellos hablarían.
Esteban formal como siempre inició su pequeño discurso:
Don Guillermo quiero pedir permiso para visitar a Patsy todos los fines de semana,
con el fin de conocernos y quizá más delante poder ser su novio. Hubo un breve
silencio, Pat estaba impaciente esperando escuchar la respuesta de su padre,
pero al mismo tiempo estaba impactada por lo que Esteban había dicho.
¿Era en serio esto de pedir permiso para visitarla? vaya,
pues este hombre parecía venir de otro planeta, para ella era una novedad que
un hombre se tomara tanta ceremonia y formalidad para visitarla, los chicos que
hasta ahora la habían pretendido jamás habían necesitado un permiso para
hacerlo.
De pronto el silencio fue interrumpido por las palabras
de Don Guillermo cuando dijo que tenía su permiso y soltó un discurso de esos
que acostumbraba decir cuando estaba dando instrucciones de cómo debían hacerse
las cosas. Patsy ya conocía ese sermón perfectamente y mientras escuchaba
trataba de imitar de forma un tanto burlesca a su padre. Seguía siendo una niña
jugando a ser mujer.
Una vez terminada la letanía Don Guillermo llamó a Patsy,
le explico muy de paso que él había dado su consentimiento para que la pareja
pudiera verse y tratarse, aún no salía de su asombro, pero eso no importaba, lo
que realmente importaba era que Esteban podía ir a verla. Por último antes que
su padre se retirara el hombre pregunto si los dos podían salir a caminar un
poco, ya no respondió nada, solo volteó y asintió con la cabeza al tiempo que
movía su mano indicando que se fueran.
Sin pensarlo se dirigieron a la puerta y salieron a las calles
bien conocidas por Patsy después de haberlas recorrido tantas veces. Caminaron
guardando cierta distancia entre ellos como si fueran dos desconocidos que acaban
de conocerse.
Sus pasos los llevaron sin darse cuenta al Jardín de Pat,
aquel que en algún momento había sido cómplice fiel de los momentos mágicos del
amor entre ella y Anthony, ella miró el lugar con cierta nostalgia y se perdió
entre recuerdos por un momento, Esteban que se percató de inmediato y aunque no
comprendió lo que le pasaba, enseguida llamó la atención de ella tocando su
cabello sacándola así de sus pensamientos. Un tanto nerviosa soltó una
carcajada al tiempo que volteaba hacía él.
-Me asustaste-
-Lo siento no era mi intensión ¿te gustaría sentarte un
momento?-
¡No! este lugar no me gusta ¡vámonos!
Pat tomo de la mano a Esteban y camino por delante
mientras lo animaba a seguirla.
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