La vida es demasiado corta como para disiparla siendo lo que se espera que sea, llevando
permanentemente el uniforme de la moda, hablando con el lenguaje
"apropiado" y reprimiendo mi naturaleza y mi particular forma de
pensar y ver las cosas; la vida es muy corta y es apenas ahora, a mis 54 años,
que entiendo que ya perdí más de la mitad de mi vida siendo alguien que nada
tiene que ver con lo que realmente soy.
Por fin comprendí que tratar de convencer a alguien de que
soy la mejor opción es pérdida de tiempo, y a mi edad no puedo darme el lujo de
malgastar mi tiempo; ya no quiero gustarle a nadie, resulta extremadamente
desgastante eso de querer agradar a todo el mundo para ser aceptada; la gente
que deba estar en mi vida estará aceptándome tal cual soy, de lo contrario,
está en completa libertad de alejarse.
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