pero en ocasiones no tenía más remedio que soportar las
aburridas charlas de Humberto, pues su padre prácticamente la obligaba a atenderlo.
En aquel tiempo ella no lograba entender porque su padre
no echaba a ese "doctorcito" de su casa, era obvio que él trataba
de conquistarla, y unos años atrás había
corrido a Anthony por el mismo motivo. Entonces qué tenía ese hombre que sus
padres no lo consideraban un peligro para ella sino todo lo contrario, la
animaban a tratarlo y lo miraban con buenos ojos. En aquel momento Pat no
comprendió la diferencia que había entre uno y otro, lo único que ella podía
ver es que mientras uno representaba un sueño imposible el otro se había
convertido en una pesadilla para ella.
Con el fin de evitar problemas con sus padres -por un lado- ella terminó aceptando a
Humberto, aún cuando le parecía un hombre hasta cierto punto desagradable y además
lo sentía como de otro planeta o de otra era por su forma de ser y comportarse.
Otro de los motivos por los que ella aceptó a Humberto fue
para vengarse de su hermana, porque Patsy tenía la idea de que ella en algún
momento le había robado la atención de un chico -que a decir verdad no es que
eso fuera cierto, aquel muchacho jamás se habría fijado en Pat, por la
diferencia de edades- por lo que cuando Leny le dijo a Patsy que le gustaba
Humberto ella vio la oportunidad de cobrarse la ofensa qué según ella le había
propinado su hermana algún tiempo atrás.
Hasta cierto punto aprendió a tolerar a Humberto y hasta a capotearlo cuando él trataba de
acercarse demasiado o intentaba besarla, con lo que Pat no contaba es que él no
se daría por vencido hasta conseguir un beso de sus labios, tarde o temprano
ella tendría que besarlo, él sin se aseguró de que ese momento llegara y por
fin consiguió aquel beso que tanto anhelaba. Lo que no adivinó es que robarle
un beso a Patsy sería la causa de que ella olvidara la tregua concedida,
poniendo fin a aquella absurda relación, que desde un principio estuvo
condenada al fracaso.
A partir de aquel día él se dedico a acosarla con sus
insistentes suplicas para que ella regresara, incluso llegó a pedirle
matrimonio; el amor por ella lo hizo perder la vergüenza y hasta el orgullo,
quedando ante los ojos de Pat como un pobre ser miserable indigno de ella.
El cumpleaños número quince de ella estaba próximo y el
último intento de él por ganar el cariño y la aprobación de la chiquilla lo
enfocó justo para ese día;
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