Por alguna increíble y extraña razón para mí el amor, la sensibilidad y la felicidad siempre han estado representados por la figura de un hombre sujetando una guitarra. Desde
niña he soñado y he esperado encontrar esa señal frente a mis ojos, sabiendo que
el día que apareciera mi vida cambiaría por completo; ese día estaría preparada y lista para el
único y verdadero amor.
El tiempo de aprendizaje y ensayos terminó,
aprendí lo necesario y estoy preparada para escribir la gran historia de
amor, la mejor y la última; lo sé porque
encontré al hombre de la guitarra.
Por fin llegaste lo
supe al ver tu fotografía -el hombre de la guitarra después de todo existe, no es una quimera- y sin dudar, te amé desde el primer instante
sin saber siquiera tu nombre, sin saber si podría conocerte y si llegarías a
amarme.
Llegó el momento de empezar de cero aprovechando la
experiencia adquirida en todos estos años vividos, hoy tengo la sabiduría para
poder hacerte feliz, para que nunca te vayas.
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