Alivia mi pena que sin
ti no vivo... pero tampoco muero.
¡Ayúdame! le dijo la princesa al sapo tras besarlo
amorosamente intentando romper el
hechizo para convertirlo en soberano, pero el final del cuento ya estaba
escrito. No volvería a ser libre, terminaría sus días al lado de la hechicera que en anfibio lo convirtió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario