lunes, 31 de mayo de 2021
Afortunada.
Un poquito más.
miércoles, 19 de mayo de 2021
Recuérdame.
domingo, 16 de mayo de 2021
Fuiste tú quien me dejó.
sábado, 15 de mayo de 2021
Ayer tarde.
Solo le pido a mi dios:
martes, 11 de mayo de 2021
Él nunca supo.
El
destino nuevamente puso en su camino personas que le hablaron de él, le contaron
cosas que le calmaron la herida que antaño él le infringiera con su partida sin
adiós...
Habían
pasado ya varios años desde aquel tiempo en el que él desapareció y en todo ese
tiempo ella no lo olvidó, le recordaba cada día con amargura y frustración, en
su mente la pregunta no desaparecía, ¿por qué se había ido? la falta de
respuesta hizo que su recuerdo se volviera una obsesión en su cabeza y una
herida sangrante en su corazón que le impedía ser feliz, aunque la gente
viéndole reír creyera que lo era. Había rehecho su vida, había encontrado un
hombre que la amaba y con quien había concebido hijos, su camino estaba trazado
y ella debía seguirlo con la mejor actitud y con los pies en la tierra, la educación
recibida es lo que le dictaba y su rebeldía no llegaba tan lejos como para
tomar un rumbo distinto aunque la casualidad le tenía preparada una sorpresa:
volver a saber de aquel amor de su adolescencia.
La
tarde calurosa de un mes cualquiera para su asombro se cruzó con un par de
viejos conocidos con los que platicó animosa, -siempre es grato encontrarse con
alguien del pasado, sobre todo si ese tiempo estuvo lleno de buenos momentos- hablaron
mucho, recordaron lo mejor de aquel tiempo y entre la charla salió el nombre de
una chica que tanto ellos como ella conocían, inmediatamente ella se interesó
en saber si ellos conocían el destino de aquella chica, ellos tenían mucha más
información de la que se podía esperar, dijeron saber dónde vivía y le dieron
instrucciones precisas de cómo llegar a su casa. El tiempo se había ido volando
y en un abrir y cerrar de ojos se estaban despidiendo.
Al
día siguiente, mientras se ocupada de sus tareas domésticas no dejaba de pensar
en lo hablado el día anterior con aquel par de viejos conocidos, en su mente se
repetían las instrucciones para llegar a la casa de su amiga y en ella crecía
el deseo de irla a buscar, después de todo no se trataba de una amiga cualquiera,
ella era justamente la hermana de su amor de adolescencia. No resistió el deseo
y se dirigió a buscar a aquella casa en la que, con un poco de suerte sabría
que había sido de su gran amor. No le fue difícil encontrar la vivienda y
aunque temerosa de no ser bien recibida, se armó de valor y llamó a la puerta y
esperó un momento a que alguien le abriera, parecía que no había nadie en casa,
no obtuvo respuesta y se dispuso a retirarse, cuando de pronto notó que la
cortina de la ventana se movía, alguien le observaba a escondidas, y la puerta
se abrió y al hacerlo encontró un rostro sonriente y sorprendido, era ella, la
persona a la que iba a buscar y quien de inmediato la invitó a pasar. Hablaron
y hablaron por largo rato intentando ponerse al día de todo lo acontecido en el
tiempo que no se vieron, hasta que de pronto surgió el tema, ese que en
realidad la había llevado a ese lugar, saber de su viejo amor, la chica le
contó una historia que explicaba con lujo de detalles la verdadera razón por la
que la había abandonado sin explicaciones el hombre causante de tanto dolor en
su corazón, escuchó atenta todo lo que se le estaba diciendo y poco a poco su
corazón pareció revivir, por fin sabía lo que había pasado, no la habían dejado
sin razón, había sido el padre de ella quien había obligado al muchacho a
dejarla; en ese momento ella comprendió todo y sintió como su alma se quitaba
un gran peso de encima que no la había dejado respirar por años. La chica
también le dijo dónde podía encontrar al hombre, quizá esperaba que lo fuera a buscar
y, lo cierto es que si lo hizo, apenas salió de casa de su amiga se fue
directamente a buscarlo. En cuanto llegó al lugar se dirigió a la puerta con
toda la intención de llamar, pero algo la detuvo, por su cabeza pasaron las imágenes
atesoradas de momentos que pasaron juntos y luego una pregunta fría ¿para qué?
los dos ya tenían sus vidas hechas con otras personas, ambos tenían sus
familias... ¿Para qué volver a verse? se alejó de la puerta y volvió sobre sus
pasos, por fin estaba en paz, el recuerdo ya no dolía al comprender que sí la
había amado. Él nunca lo supo, pero la chiquilla años más tarde volvió a
buscarlo.
María Del Pilar
Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos reservados
de autor.
lunes, 10 de mayo de 2021
Sin compasión.
No mostró ninguna compasión por el corazón de la mujer que tanto le amó, y ella desde entonces va sacudiendo los sueños que ensucian su nuevo vestido de realidad, no quiere que las ilusiones den fe a cosas imposibles como alcanzar el amor amando...
y quitó de su perfume la fragancia de la esperanza
y selló sus labios para no decir te amo
y cubrió sus manos con guantes de hielo para negar la caricia
y calzó sus pies para pisar firme la tierra para no volver a volar sobre las nubes de la ilusión.
Y se cubrió de indiferencia cerrando las puertas del corazón.
No mostró clemencia a sus alas rotas, y ella desde entonces se volvió de nieve.
María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos reservados de autor.
Imagen tomada de la web.
sábado, 8 de mayo de 2021
No puedo negarlo.
Me sigues faltando a cada paso que doy, en los días más soleados y en las noches con lluvia, no puedo negarlo yo te necesito andando a mi lado, riendo en el parque soñando en mi cama.
Tu ausencia no mata pero tu presencia extraño y no he de mentirte pues no tiene caso, te extraño en mi vida cantando bajito, mirando la luna a mi lado y besando mis labios.
Me sigues faltando aunque nuestro amor era imposible y no he de negarlo, me falta tu brazo y los ratos robados que pasé a tu lado, me sigue faltando este amor que aunque prohibido, un día me dio un nido. 8/5/2021
María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos reservados de autor.
Imagen tomada de la web.
jueves, 6 de mayo de 2021
Abrí los ojos para ser feliz.
Un día desperté sintiendo un enorme hueco en el alma, no me había dado cuenta que la partida de cada uno de mis grandes amores me había arrancado un trocito de ella y entendí que he podido vivir sin ellos aún teniendo incompleta el alma.
Un día desperté del sueño para darme cuenta que pies aún tienen alas, puedo en libertad ir y venir por los caminos del mundo, me di cuenta que mis manos son varas mágicas que transforman todo lo que tocan a su gusto y antojo.
Un día desperté para darme cuenta que el amor no me acompaña, que lo llevo dentro porque yo soy la fuente en la que brota y que hace girar mi mundo y tu mundo cuando sin restricciones te amo.
Y un día abrí los ojos y pude entender que mi mente tiene vida propia, que es capaz de crear historias, y de pintar el cielo con tan solo imaginarlo. Entendí que mi cerebro es experto en borrar recuerdos, como el tuyo, si así lo deseo.
Y abrí los ojos para ser feliz, porque felicidad es estar viva con el alma entera o en pedazos, con los pies en la tierra o en el cielo, amando u odiando y olvidando o recordando. 6/5/2021
María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos reservados de autor.
Imagen tomada de la web.
miércoles, 5 de mayo de 2021
Melodía de amor.
Dime cantando al oído lo que quieras decirme,
los sentimientos tienen música propia
y a mí me gusta su melodía. 05/05/2021
María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos reservados de autor.
domingo, 2 de mayo de 2021
Hora de comerse al lobo.
¡Malditas ganas de llorar!... La tormenta se me ha hecho un nudo en la garganta al darme cuenta que llegó el día que tanto temía, se me vinieron encima los años convirtiéndome en un estorbo y no sé qué hacer, si buscar una pistola o tumbarme en un sillón a esperar que la muerte llegue sola, después de todo y siendo honesto, me volví un desdichado que entorpece de la vida de otros la fluidez.
¡Malditas ganas de llorar!... En el mar de la vida hoy soy escollo y lastre para quien cerca de mí navega y no sé qué hacer, mi mente de obsoleto pensar no encuentra la salida, quizá hundirme en aguas profundas o flotar sobre ellas hasta que el sol por fin se apague, después de todo y siendo objetivo, me he convertido en la barca en la que nadie quiere viajar.
¡Malditas ganas de llorar!... Al carajo la experiencia, la vida y el amor que llegado el invierno de poco han servido. El ciclo se cierra y por ley natural el final cansa y entorpece la libertad de lo nuevo. Al diablo la experiencia, a nadie le sirve; al diablo la vida, por favor que ya se acabe y al diablo el amor los amantes hace años que murieron.
¡Malditas lágrimas! Grita la rebeldía, mejor levántate y sonríe que el festín aún no termina, hora es de comerte al lobo y matar dragones que se sienten invencibles sin saber que por dentro están apagados por más juventud que tengan y muy fieros y fuertes se sientan, ¡levántate! que no eres tú el estorbo ni el escollo, son ellos, esos que quieren velarte porque eres grande ante ellos.
María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
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