Vienes provocas con tu voz mis
anhelos y te vas.
¿Cuál es tu maliciosa
intención,
qué ganas con este absurdo juego?
Alguna vez me tuviste en tus brazos,
bebiste mi néctar y tocaste mi piel
que se abrió ante ti cual capullo
al fresco rocío de la mañana,
tuviste mi deseo y hasta mi amor,
me hiciste tuya para luego dejarme ir.
¿Qué ganas con no dejar que te olvide,
qué ganas con no dejar que me
vaya?
Alguna vez mi palabra te susurró al oído
haciéndote temblar y mi suspiro fue tuyo
y las miradas de mis ojos te entregaron
la luz de un sueño posible...
alguna vez te entregue mi ser y luego
sin aviso me soltaste a mi suerte
pero no me dejas del todo partir. 11/2/2021
María
Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez.
Derechos
reservados de autor.
Imagen
tomada de la web.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario