No concibo la vida sin
amor, mas, debo confesar que hay momentos en los que quisiera arrancarme el
corazón para echárselo a los lobos, porque a mí el amor me ha dolido lo inenarrable
y hasta el extremo.
No me admito a mi misma
sin ser amor y sin darlo, estar sin corazón no es una opción que me haga feliz;
feliz me hace fragmentar el corazón y regalarlo a pedazos entre quienes me
rodean y quienes necesitados de amor estén.