A ti al menos, te
quedó en las manos un trofeo mal hecho de papel; un monumento hecho a mano con la única intención de enaltecer un amor
que ha sido vejado y devaluado.
A ti te quedo la satisfacción
y la gloria de tener un libro que nadie más tendrá, un libro escrito con el
inconmensurable sentimiento que puede
ofrecer una mujer que te ha amado hasta casi tocar la locura, un libro que intenta explicar con palabras un
amor inefable que es sólo tuyo.
A ti te queda un amor
que sentado, aguarda en la distancia con la esperanza de que vuelvas a mis
brazos para nunca más marcharte... A ti te queda saber, que aquí te espero
barriendo la luna y horneando sueños en el sol, para que a tu regreso la luna
brille limpia para iluminar nuestro camino y no
falte un cálido sueño que acreciente nuestro amor.
María Del Pilar Sánchez Padilla Sánchez
México, Dic./2016
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