Te descubrí entre tanta gente, entre miles de palabras en este universo sin fin, que viene a ser como el piso 13 en la vida de
todos los que deambulamos por él; que
existe y sin embargo no es parte de nuestra realidad... que es,
sin llegar a ser.
Te encontré en un mundo
que puede llegar a ser tan falso como honesto, y en donde tanto hombres
como mujeres puedes ser lobos malvados que devoran o solitarias y tiernas caperucitas buscando
compañía y, porque no, quizá hasta el
amor.
Te hallé en un lugar donde resulta tan fácil escribir te amo y
besar sin sentir, mientras te
ríes a carcajadas, miras la televisión o
se coquetea con alguien más en otra ventana;
en dónde deshacerse de lo malos
momentos y las personas es tan fácil. Lo que ya no divierte, molesta o estorba
simplemente se le cierra la ventana o
se le bloquea.
Me tropecé contigo en este espacio en donde sobrevivir y
mantenerse intacto, depende solo la habilidad que se tenga para no comprometer las
emociones y los sentimientos y en el hasta ahora he sabido subsistir sin perder el corazón.
Pero en este universo como en la realidad, quien juega
siempre está expuesto a ganar o perder,
coincidir contigo me tiene perdida, aún
no se si saldré bien librada, si en realidad he perdido o si al final saldré
ganando al encontrarte.
Yo quiero amarte, lo supe desde el momento que te vi
sonreír en tu fotografía, en ese
instante cerré los caminos que llevan a mi corazón para que nadie pudiera
acercarse, y empecé a construir uno solo
para ti, para que solo tú puedas llegar a él.
Hice limpieza en mis contactos, en mi actitud y en mi alma, he empezado
a preparar mi corazón y mi vida para que
entres en ella y la llenes por completo. Quiero ser una mejor persona para ti,
ayúdame a serlo.
Quiero alcanzarte, tocar tu corazón y lograr que
te enamores de mí, que me ames, pero a
veces siento que estoy intentando alcanzar el horizonte...
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