Lentamente
las nubes de la oscuridad fueron cubriendo el cielo hasta que la noche abrazó
la ciudad, a lo lejos las luces parecen un puñado de lentejuelas reflejando la
luz de la luna; al silencio le siguió una sinfonía de grillos y cantos de
sapos, y en el fondo el silbido del viento paseando por las ramas de los
árboles y colándose entre las rendijas de puertas y ventanas. Llegó la hora del
romance y los sueños, del recogimiento y las conversaciones con el alma.
Ya no temo a la noche, la espero ansiosa y enamorada de su calma y su belleza.
No temo más a la soledad, ella es mi compañía, mi confesora y mi fiel amante.
Ha llegado la noche y me entrego a sus encantos y sus placeres callados y solitarios. 8/3/2023
Ya no temo a la noche, la espero ansiosa y enamorada de su calma y su belleza.
No temo más a la soledad, ella es mi compañía, mi confesora y mi fiel amante.
Ha llegado la noche y me entrego a sus encantos y sus placeres callados y solitarios. 8/3/2023
Mérida Yucatán,
México
María Del Pilar
Sánchez Padilla Sánchez.
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de autor.
Imagen tomada de la
web.
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