Creciste, hijo mío,
Tu felicidad ha sido la mía
Y hoy tu tristeza también es
mía.
Sé que te duele el corazón
Y no hay nada que yo
Pueda hacer para aliviar tu
pena,
No existen curitas
Para las heridas del alma,
No hay "Sana…Sana..."
Ni beso que te cure,
Como cuando de niño
Te raspabas las rodillas.
Sé de tu pena, lo sabes,
Ya la viví en carne propia
La vida me arrebató lo que
amaba
Llevándoselo a la tumba,
Yo también me quedé sola
Entre tanta gente que no
entiende
Lo que se siente lo que uno
siente,
No entienden, sólo suponen.
Creciste, hijo mío
Y llegan las pérdidas
Trayendo sus tristezas
Sin que alcancen mis brazos
Para cobijarte y darte
consuelo.
Creciste y la barrera
Que pusiste entre nosotros
No me permite acercarme a ti
Para tomar tu mano en
silencio
Y acompañarte en este dolor
Que ahora hiere tu alma.
1/10/2022
María Del Pilar
Sánchez Padilla Sánchez.
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