miércoles, 24 de agosto de 2016

Le gustaba cantar.


Le gustaba cantar aunque su voz no fuera hermosa, y cantaba de día y cantaba de noche dedicando himnos a la alegría y nanas a la tristeza. 
Así fue que su vida se volvió una eterna melodía escrita en una partitura salpicada de notas en blanco y negro. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario