martes, 19 de enero de 2016

Parte 20. Entre la realidad y las fantasías de Patsy.

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Después de aquella carta, ella no volvió a saber de él, y Pat siguió su camino de risas, melancolías y conquistas. Panoramas diferentes, caras distintas, ilusiones que nacen y mueren, sonrisas que aparecen de la nada y se borran entre suspiros cuando regresa el recuerdo de un hombre de pelo largo recostado en un mágico jardín.
Llegó Septiembre, un nuevo ciclo escolar está por comenzar y ella, hace los preparativos necesarios para volver a la escuela después de unas largas vacaciones, que pasaron sin haber dejado mucho que agregar a la historia de su vida, los días de vacaciones pasaron lentos y aburridos -más que nunca- y el regreso a clases prometía nuevas oportunidades para divertirse haciendo las típicas travesuras de escuela que tanto gustaban a Pat.
7:30 A.M. Patsy camina por la calle empedrada y sitiada por altos y frondosos árboles, que a la luz del sol matinal parece que reflejan y desprenden energías desconocidas. Era el primer día de clases y los alumnos no estaban obligados a llevar uniforme; Pat se puso aquel hermoso vertido rojo que tanto le gustaba, era ideal para aquel día, seguramente habría chicos nuevos a los que ella tenía que causarles una muy buena impresión -La coquetería era lo primero-
Cruzó la puerta de entrada del colegio buscando entre caras nuevas y conocidas, aquellas de quienes consideraba sus amigos de años anteriores. Ahí estaba Angie su mejor amiga sentada en la banca de siempre, pero no estaba sola, la acompañaba un desconocido, un chico al que habían cambiado de escuela y que desde ahora compartiría las aulas, los jardines y hasta los mismos maestros  con ellas. A Pat le resulto un poco incómodo y hasta molesto verlo sentado junto a su amiga platicando con ella con tanta confianza ¿Se conocían de antes? sintió una punzada pensando que aquel joven pudiera interferir y hasta terminar  con aquella amistad entre ellas. La relación entre las dos chicas hasta ahora no había permitido a ningún chico, era sólo de ellas, era cerrada y no había cupo para más de dos.
Patsy se acerco a ellos con una sonrisa y cierta amabilidad tratando de ocultar el celo que sentía. Angie se abalanzó sobre ella para abrazarla con gran entusiasmo al tiempo que decía
-Pat, llegas tarde. ¡Niña, que es el primer día de clases! al menos hoy se debe llegar a tiempo.-
-¡No es tarde! Y... ¿quién es él?
Ella no pudo ocultar su descontento, la presencia de Joshep no le hacía nada feliz, pero más le valía que se hiciera a la idea que, de ahora en adelante ya no eran solo Angie y ella, ahora eran tres y al parecer no habría manera de zafarse de aquel tipo que, a primera vista podía percibirse que era el chico más pedante y ordinario que existía en toda la escuela. -Al menos así le parecía a Pat- Pero a veces la vida tiene sus formas extrañas para colocarnos donde debemos estar y unirnos con las personas que por su capricho, se quedarán para siempre en el sendero que nos toca recorrer, y aún cuando Pat todavía no lo sabía, Joshep había llegado para quedarse, él era el protagonista en la novela que el destino había escrito para ella, desde que nació.

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