martes, 10 de marzo de 2015

Parte 9 Entre la realidad y las fantasías de Patsy


Cuando el navío por fin terminó su maniobra, uno de sus navegantes -el segundo de abordo- bajó, se acerco y saludó amablemente a los miembros de la familia que habían estado observando el proceso con mucha atención; apenas cruzó un par de palabras cuando el capitán, un hombre no mal parecido y de personalidad fuerte  lo llamó, al parecer le pidió que se retirara pues sin protestar desapareció, mientras el capitán se dirigió hacia ellos y con toda cortesía se presentó
-Mi nombre es Esteban Gómez, capitán de este buque-
Extendió la mano y estrecho la mano de cada uno de los miembros de la familia, dejando al final la mano de Pat, no por falta de caballerosidad sino con la intensión de sostenerla mientras se perdía en su mirada, Patsy se sintió un tanto incómoda y tuvo que retirar su mano, lo que hizo que Esteban regresara de ese pequeño viaje donde solo estaban ella y él y en el que se había extraviado por unos segundos.
Él hablo sobre la el barco y sobre otros temas con el padre de Pat, al parecer a su padre le agrado el capitán y terminó invitándole a visitarlo a su casa de visita cuando viajara a su ciudad, por lo que le dio su tarjeta de presentación con sus datos; cómo agradecimiento Esteban los invitó al día siguiente por la mañana para darles un recorrido por el buque pero ¿lo había hecho solo por agradecer la invitación del padre de Patsy o en el fondo su intención era volver a verla?
Los primeros rayos del sol anunciaron el nuevo día, la familia se apresuró a levantarse de la cama aunque era muy temprano todavía, pero es bien sabido que en cuando se está de vacaciones en la playa los días se pasan demasiado rápido, hay que aprovechar cada minuto al máximo, pero además tenían una invitación a conocer el buque y por ningún motivo podían llegar tarde, la puntualidad era algo demasiado  importante para Don Guillermo.
Después del desayuno, la familia salió con rumbo al muelle sonde ya los esperaba Esteban
-Buenos días, agradezco su puntualidad. Vamos les mostraré el barco-
El recorrido tardo poco más de una hora, durante ese tiempo hablaron de diferentes temas, no solo de los dormitorios y el cuarto de maquinas.

De vez en cuando Esteban se dirigía a la chiquilla con el fin de llamar su atención, puesto que ella estaba más entretenida con el segundo de abordo que los acompañaba en el recorrido y que no dejaba de hablar con Pat. ¡Vaya niña!  siempre llamaba la atención de algún hombre, no importaba el lugar ni la hora.

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