jueves, 3 de abril de 2014

La muerte de mis padres.



El Domingo 31 de Agosto de 1981 cuando mis padres viajaban de regreso a Guadalajara tuvieron un accidente en el que murieron los dos.

Los recuerdos de ese suceso son muy confusos, quizá por los años que han pasado desde entonces ó son de esas cosas que acostumbra bloquear mi cerebro cuando duelen mucho.

Aquel día por la tarde Rocío llego con Itzel a mi casa pidiendo a Javier que la llevara a San Juan del río, Querétaro pues mis padres habían sufrido un accidente, y aún cuando ella ya sabía que los dos habían muerto dijo que no me preocupara, pues estaban bien, yo como siempre ante la noticia y la prisa me quedé paralizada, como que no acababa de comprender bien lo que había pasado; Rocío me encargo a su hija y Javier y ella salieron casi de inmediato. Momentos después empecé a comprender lo sucedido y empecé a preguntarme porque no había ido con ellos. conforme fue corriendo el tiempo fui desesperando, no sabía qué hacer y no hacía más que reprocharme por no haberlos acompañado.

Por aquel tiempo a Javier le había dado por dejarme encerrada con llave cuando salí y esa vez no fue la excepción, en mi desesperación me vi obligada a romper las protecciones de herrería de una puerta para poder salir de la casa y pedir a la vecina que me prestara el duplicado de las llaves que Javier acostumbraba dejarle y así poder sacar también a los niños.

Sin las llaves del carro y sin dinero para moverme con tres pequeños, pedí a mi vecina una moneda para hacer una llamada telefónica, y llamé a uno de mis cuñados explicándole la situación y pidiéndole de favor viniera por mí para que desde su casa pudiera hablar de larga distancia a Guadalajara para saber bien que había pasado, él inmediatamente fue por mí. Guillermo contesto el teléfono, le explique lo que pasaba y él me confirmo lo sucedido, solo dijo: "fueron los dos" en ese momento rompí en llanto.

Después de un rato mi cuñado me llevo de regreso a mi casa para esperar que Javier volviera para saber lo que se haría. Cuando él volvió nos abrazamos y lloramos juntos. Teníamos que viajar a Guadalajara, pues a esa hora seguramente los cuerpos de mis padres estaban siendo trasladados.

En aquel momento llevamos a los pequeños a casa de mi cuñada donde los dejamos encargados. Javier estaba muy nervioso y no quiso conducir en carretera, por lo que intentamos viajar en autobús, solo que por la hora ya no había ninguna corrida con ese destino, las horas habían pasado demasiado rápido, y la única opción que quedaba era viajar en avión; Conseguimos boletos en el primer vuelo del lunes por la mañana.

Cuando llegamos a casa de mis padres inmediatamente sentí esa sensación horrible de vacío y ausencia que flotaba en el aire sin dejar respirar.

Todos juntos nos dirigimos a la funeraria donde para esa hora ya había un mar de gente que había ido a darles el ultimo de adiós, en aquel momento comprendí cuan queridos eran mis padres.

Después del sepelio regrese a la Ciudad de México y tuve que acostumbrarme a vivir con ese dolor y esa sensación de vacío que habían dejado Papá y Mamá.

    

2 comentarios:

  1. yo no quise comentarte nada de lo sucedido pues sabia que te ibas a sentir culpable de lo acontecido, cosa que no fue cierta, pues ellos ya tenian su destino y aunque no hubieran venido aca lo mismo hubiera pasado

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  2. Si me sentí culpable, primero culpe a Javier y luego por mucho tiempo a mi, tardé mucho tiempo en entender que nadie tenia la culpa, simplemente era el momento.

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