sábado, 5 de abril de 2014

El nacimiento de Liliana.



Entre lo que parecía una historia de terror y la alegría de estar nuevamente en casa con mis hermanos, me embaracé por tercera vez, estaba feliz y me sentía afortunada, esta era una nueva bendición que me daba la vida. Este embarazo desde el principio fue diferente, no me sentía igual que con los anteriores y no entendía por qué.

Los nueve meses pasaron volando y llego el día marcado, mi bebé pedía salir al mundo, empecé con las contracciones que anuncian que el parto se aproxima un Sábado por la noche y mi chiquito nació hasta el domingo por la noche.

¡¡Es una güerita!! dijo el médico que me atendió, después de varias horas de trabajo de parto y alguna complicación. Esas palabras fueron el mejor analgésico, inmediatamente todo dolor había desaparecido.

No era la primera vez que mi cuerpo florecía y daba frutos, sin embargo esta vez era diferente ¡era una hermosa niña! y con esto mi sueño estaba completo, tenía dos sanos y hermosos muñequitos y una hermosa flor. (Qué más podía pedir) Pero aún sin quizá merecerlo la vida me bendijo años después con dos muñequitos mas. Cinco tesoros... Cinco bendiciones... Cinco motivos para vivir y salir adelante cada día sin importar las complicaciones y los problemas. Fue en ese momento cuando empecé a comprender a mi madre y su preocupación

El tiempo tendría que detenerse cuando todo es como fin de cuento de hadas, los pequeños van creciendo y con ellos mil sonrisas, alegrías y satisfacciones, podrías asegurar que siempre serás imprescindible para ellos... solo que el "vivieron felices para siempre" no existe.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario