martes, 1 de abril de 2014

El nacimiento de Coco (Javier Alberto)



Era el mes de Junio, el clima era un poco cálido a pesar de que ya habían caído las primeras lluvias de la temporada, aunque ahora que lo pienso quizá yo sentía más calor de lo normal por el embarazo, a estas alturas no encontraba ningún sitio cómodo; parada, sentada o acostada parecía imposible descansar. Mi vientre parecía un globo que en cualquier momento iba a estallar.

Mi pequeño estaba ansioso por salir a conocer el mundo, se movía a cada momento y pateaba con mucha fuerza, el momento estaba cada día más cercano, pronto lo tendría entre mis brazos y podría perderme embelesada en su diminuto rostro.

Aquel día me había parecido eterno, las horas habían transcurrido con mucha lentitud y las molestias se presentaban más marcadas que nunca, cuando llego la noche era tanta la molestia que no logre conciliar el sueño por lo que decidí dejar la cama y empecé a dar vueltas por la casa, procurando no hacer ruido para no despertar a nadie, aún así mi madre termino escuchándome y se levanto a ver qué pasaba, para ese momento habían iniciado las contracciones indicando que había entrado en trabajo de parto. Mi madre insistió en que despertara a Javier, ella estaba más nerviosa que él y yo juntos, ella empezó a tomar el tiempo que había entre cada contracción y la duración de estas; hasta que de pronto insistió en que era hora de dirigirnos al sanatorio o de lo contrario el niño nacería ahí o en el camino, y sí que sabía de estas cosas Mamá; poco menos de una hora después de llegar al sanatorio mi pequeñito había nacido ¡era otro varoncito! y gracias a Dios estaba perfecto de salud y era un bebé muy hermoso. En cuanto su padre lo vio lo llamó "coquito" y ese sobrenombre se le quedó hasta el día de hoy. Su nombre real es Javier Alberto, aunque originalmente teníamos pensado ponerle Omar, pero mi madre protestó diciendo que debería llamarse como su padre y nosotros accedimos.

Javier desde el primer momento quedó encantado con su "coquito" y apenas salimos del sanatorio, no dejaba de presumir a todo el mundo a su hijo, cosa que no paso cuando nació Israel.

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