miércoles, 16 de abril de 2014

El atropellamiento de Israel.

Imagen tomada de: http://www.mglegal.es/


Una noche tuve un sueño muy extraño que me pareció demasiado cómico, muchas veces me he preguntado cómo es que el subconsciente puede crear tantas historias locas y extravagantes. Soñé que Javier y yo íbamos en un auto, yo llevaba a uno de mis hijos -en el sueño no sabía cuál de ellos- sentado en mis piernas y nos dirigíamos a llevarlo al doctor, en el camino pasábamos al lado de un autobús que había tenido un accidente y había algunos heridos de poca gravedad. Lo curioso de este sueño es que nosotros llevamos a nuestro hijo a un lugar que ni siquiera sabía que existía. Ese día entre risas le conté a Cecilia mi sueño, para mi sorpresa me dijo que en el lugar donde llevaba a mi hijo al doctor en el sueño, hacía poco que habían puesto una cruz verde. Durante varios días estuve recordando aquel sueño y luego lo olvidé por completo, no había sido más que un sueño extraño.

Israel y Coco solían jugar foot ball en casa de una vecinita varios años mayor que ellos a la que le gustaba mucho ese deporte, ella era una niña muy alegre que atraía a los chicos de la cuadra, pero como tenían prohibido jugar en la calle jugaban en el garaje de su casa. Un día ella llego corriendo a casa para avisarnos que a Israel lo había atropellado una camioneta. Lo primero que pensé es que el estaba ensangrentado y mal herido bajo la camioneta, tarde un momento en reaccionar -como era mi costumbre en estos casos- solo porque Javier su padre se levanto apresuradamente reaccioné y salí detrás de él. Lo primero que vi fue a Israel tirado en el piso llorando y quejándose, la camioneta que lo golpeo estaba como a tres pasos de donde él se encontraba; me acerqué confundida, sin tocarlo toda nerviosa y asustada no hice más que preguntar que le pasaba. El no tenía ninguna herida que sangrara, solo una enorme contusión en la frente que se hinchaba cada vez más y un tobillo lastimado, Javier como siempre, reaccionó de inmediato cargando a Israel y diciendo al mismo tiempo "vamos a llevarlo al hospital" nos dirigimos al auto, él me dio a Israel a quien abracé y puse en regazo; en el camino Javier pregunto ¿a dónde lo llevamos? sin pensar le dije a la cruz verde que está en las águilas y antes de diez minutos estábamos en la recepción del lugar pidiendo que lo atendieran. Casi de inmediato lo pasaron a revisión, y el médico nos indico que tenían que mandarlo a tomar radiografías para saber si había alguna fractura y si el golpe de la frente había causado algún daño en el cráneo. En ese lugar no tenían rayos X por lo que nos subieron en una ambulancia y nos trasladaron a otra cruz verde donde sí tenían. Después de tomar las placas no regresaron para que el doctor que lo había revisado lo atendiera, él reviso las placas y nos dijo que no era nada de cuidado, sólo era una fisura en el tobillo, aún así lo dejaría en observación por el golpe en la cabeza. No nos permitieron quedarnos con él por lo que tuvimos que espera afuera.

Mientras esperábamos llegó Cecilia, y de pronto mientras platicábamos vino de golpe el recuerdo del sueño raro que había tenido como mes y medio atrás, ¡lo sabía! dije en voz alta -Cecilia volteo a mirarme- sí, sabía que esto pasaría, el sueño me lo dijo ¿recuerdas el sueño? ella solo me miraba sin saber de que hablaba, continué diciéndole, el sueño que te platiqué el otro día, cuando me dijiste que aquí había una cruz verde, fue entonces que ella entendió a que me refería.

Afortunadamente a Israel no le paso nada grave, y aproximadamente en diez días quedó como muevo.

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